domingo, 13 de noviembre de 2011

Segundo tramo

Muelle de Arcachon

El sábado 20, desayunamos y salimos de Zaragoza a la velocidad que la prudencia recomendaba. Cruzamos el Ebro, tomamos algo en la estación de servicio situada en el kilómetro 75 de la A-15, repostando además combustible (55,77 litros, 69,10 Euros). Pasamos sin detenernos por Pamplona y  por un soleado San Sebastían. Los chicos se sorprendieron al cruzar la frontera, confundiendo el último peaje en Irún con esta.
Ya en Francia, tomamos la  A-63. Habíamos leído algo de una gran duna, en unas páginas de Internet  que usamos para informarnos y decidir la ruta. Creíamos que estaría por San Juan de Luz, ignorantes de nosotros. Salimos allí de la autopista para buscarla y merodeamos con la autocarava, algo harto difícil, por esa costa. No la encontrábamos. Le preguntamos en una playa a un señor con nuestro francés de EGB. Nos ignoró olimpicamente.Seguramente no entendió ni mu. Despues le preguntamos a un chica, que tenía una caña de pescar y que resultó ser italiana. En español, ingles y francés nos dijo que seguramente nos referíamos a la Gran Duna de Pyla. Y era así en efecto.

Volvimos a la autopista, con rumbo a Pyla sur Mer. Nos detuvimos en una zona de descanso, para comer. Estaba  atiborrada de gente. No respetaban nada con los coches, ni césped, ni zonas de juego. Olía fatal, a pis. Mucha gente regresaba de sus vacaciones, o como nosotros, estabamos en ellas.
Tras una rápida comida, continuamos el viaje. La carretera estaba saturada y en algunos momentos llegamos a encontrarnos detenido, embotellados. El paisaje en aquella zona era aburrido. Solo se veían altas coniferas. Nos recordaba a algunas autopistas alemanas.
Por fin,  tras sufrir varias colas en las omnipresentes rotondas, llegamos a Arcachon. Ese pueblo estaba cerca de la Gran Duna y decidimos detenernos allí. Buscamos entonces donde pasar la noche. Encontramos que la zona dedicada a autocaravanas estaba llena, asi como el camping. Había estacionadas por todas partes, muchas veces de forma ilegal. Nos enteramos entonces de que los franceses las llaman Campingcars a estos vehículos.


Otra vista del muelle de Arcachon

Nos dimos al atardecer una vuelta por ese turístico pueblo, tomando unos refrescos.
Dudabamos en seguir buscando sitio o continuar  aparcados bajo unos arboles, junto algunas otras caravanas. Un señor francés nos dijo que él pensaba pasar la noche allí con la suya y su familia.
Decidimos imitarlo.

Despues del paseo, preparando la cena
Luego, unos holandeses nos preguntaron a cuanto ascendía la multa por parar allí. Como no les supimos contestar, estos se marcharon. Cenamos y nos acostamos ahí mismo. No nos multaron, pero vino una gran tormenta. El fuerte viento desatado, las ramas de los arboles, las ruidosas gotas de lluvia que caían en el techo de la autocaravana, los truenos y relampagos no ayudaron a conciliar el sueño a los chicos.
Habíamos recorrido 495 Kilómetros desde Zaragoza.

No hay comentarios:

Publicar un comentario